(A los editores del periódico para los jóvenes de la oposición de izquierda española)1
Queridos camaradas:
Me he enterado con alegría que emprendéis la publicación de vuestro propio periódico.2 Una tendencia revolucionaria que nos educa a la juventud, aborta. En el mundo actual, el comunismo es la única tarea de gran amplitud que exige varias generaciones para su completa realización. La revolución proletaria exige continuidad. Asegurar esta continuidad es la misión de la juventud, es decir, vuestra misión. El marxismo muestra cómo hay que hacerlo.
La fuerza del marxismo reside en la unidad de la teoría científica y de la lucha revolucionaria. Sobre estos dos raíles debería avanzar la educación de la juventud comunista. El estudio del marxismo fuera de la lucha revolucionaria puede hacer ratas de biblioteca, no revolucionarios. La participación en la lucha revolucionaria sin el estudio del marxismo conlleva inevitablemente riesgo, incertidumbre y semiceguera. Estudiar el marxismo como marxista no es posible sino participando en la vida y en la lucha de la clase; la teoría revolucionaria es verificada por la práctica, y la práctica es verificada por la teoría. Sólo las verdades del marxismo que han sido adquiridas en la lucha penetran en el alma y la sangre.
Vuestro afectísimo,
L. D. Trotsky
Notas
1 T. 3397. Publicado en el nº 1 de Joven Espartaco.
2 La 3ª conferencia había decidido, a instancia de las otras secciones de la Oposición Internacional, hacer un esfuerzo particular en dirección a la juventud, y particularmente de los militantes de las JJ.CC. Jóvenes militantes, a los que dirigía Ernesto Tojo, habían recibido la misión de publicar un periódico con este fin: Joven Espartaco. La tentativa debía ser por otra parte de corta duración, ya que, algunos meses después, Ernesto Tojo se lanzaba al lado de Lacroix a una actividad fraccional, que financiarán, de una manera paradójica, los fondos recogidos para la acción «jóvenes».