(A todos los miembros de la Oposición de izquierda española)1
Queridos camaradas:
Acabo de recibir hace unos días la copia de la respuesta escrita del comité central de la comisión de organización relativa a la convocatoria del congreso antifascista nacional.2 Esta carta, fechada el 5 de abril de 1933, constituye un documento que debe hacer reflexionar a todo miembro de la Oposición española, si es que realmente camina hacia el comunismo.
Nosotros tomamos parte en el congreso de Amsterdam para desenmascarar la comedia y llamar la atención de los trabajadores comunistas sobre la vía justa. Inútil es decir que nuestra postura ante el próximo congreso antifascista no es la misma.
El comité central de Barcelona4 también ha tomado en esta cuestión una postura contraria a la de los bolcheviques‑leninistas. La carta del 5 de abril declara solemnemente a la comisión de organización que la Oposición de Izquierda se une al «frente Único» como si realmente se tratase de esto, en vez de una burla del frente único. La carta del comité central de Barcelona, al repetir frases hechas del tipo de «realizaremos el frente único a pesar de nuestras divergencias» ayuda a los estalinistas a enmascarar la realidad.
La carta del comité central de Barcelona dice: «el pacifista puede ser tanto o más enemigo de la guerra que el comunista revolucionario. Es perfectamente lógico que esta gente se encuentra en un frente único contra sus enemigos». Es difícil de creer que esta frase ha sido escrita por alguien que se considera marxista, que tenga alguna idea de la política leninista, de los cuatro primeros congresos de la Internacional comunista, por no hablar de los diez años de trabajo de la Oposición de izquierda internacional y sobre todo de su declaración respecto al congreso de Amsterdam.5 ¿Cómo puede ser peor enemigo de la guerra un pacifista que un comunista revolucionario? La teoría marxista y la experiencia nos demuestran que el pacifismo es un arma del imperialismo, que los pacifistas claman contra la guerra en los tiempos de paz, inclinándose sin decir una palabra, presionados por su aislamiento y su impotencia ante el militarismo, convirtiéndose frecuentemente en sus lacayos. Lo mismo ocurre en el terreno de la lucha contra el fascismo
La lucha de los dirigentes de la Oposición española contra las posiciones y los principios de la Oposición de izquierda internacional no datan de hoy. Sin intentar exagerarse podría decir que los dirigentes españoles no han tomado una posición correcta sobre ninguna de las cuestiones importantes, españolas o internacionales, durante los tres años últimos.
Con saludos comunistas, G. Gourov
Notas
1 T. 3540. El procedimiento inhabitual de dirigirse a los militantes sin pasar por los responsables de las secciones, según Trotsky se justificaba por la crisis de la oposición española.
2 A continuación del congreso de Amsterdam, el «congreso internacional contra la guerra y el fascismo» había sido convocado sucesivamente en Praga y después en Conpenhague. Habla sido precedido de congresos nacionales. No hemos podido encontrar la carta del comité central que critica aquí Trotsky.
3 La Vérité habla lanzado una campaña contra el congreso de Amsterdam, que pretendía llevar a cabo un «frente único» contra la guerra y el fascismo, con las corrientes pacifistas, encarnadas por Barbusse y Romain Rolland, pero que al mismo tiempo escondía el rechazo de un verdadero frente único con los socialistas. La oposición internacional de izquierda, a pesar de combatir los objetivos fijados por el congreso, había mandado una representación, luchando en vano porque se discutiera lo que ellos consideraban que eran los verdaderos problemas. Durante algunos minutos Raymond Molinier fue su portavoz.
4 Esta expresión se refiere a la nueva dirección designada después de la salida de Lacroix, que indica una cierta reticencia a reconocer a este comité central como la dirección de la oposición española. Según Comunismo, nº 18, noviembre de 1932, p. 29, el nuevo comité ejecutivo de la izquierda comunista española comprendía a Andrés Nin, secretario general, José Metge, Molins y Fábrega, Fersen y el secretario administrativo Goni.
5 La Vérité, 5 de septiembre de 1932.
6 En realidad los militantes de la Oposición intentaron expresarse en el congreso de Pleyel denunciándolo. Se enfrentaron a una mayoría decidida a no dejarles hablar y que no dudaba del recurso a la violencia. Alfonso Leonetti (Feroci, Guido Saracena), que penetró en el salón con un carnet de prensa perfectamente en regla, fue expulsado de su sitio y brutalmente apaleado por el servicio de orden. Comunismo reproducirá las mismas conclusiones del congreso que La Vérité. En realidad los militantes de la Oposición intentaron expresarse en el congreso de Pleyel denunciándolo. Se enfrentaron a una mayoría decidida a no dejarles hablar y que no dudaba del recurso a la violencia. Alfonso Leonetti (Feroci, Guido Saracena), que penetró en el salón con un carnet de prensa perfectamente en regla, fue expulsado de su sitio y brutalmente apaleado por el servicio de orden. Comunismo reproducirá las mismas conclusiones del congreso que La Vérité.
7 No tenemos ningún documento que nos permita seguir la discusión entre Trotsky y los seguidores de Nin. Sin embargo es indudable que esta carta indica que se estaba cerca del momento de la ruptura.